Siento el odio rompiéndome por las venas Es la rabia que pudre mi ser Me atormenta y advierto cómo me quema ¡Si pudiera desaparecer!
El cristal hizo surcos en la madera Ya es común no es la primera vez Puñaladas a Dios calman mi marea Desgarrando en la herida otra vez
[estribillo:] Quisiera poder acunar La angustia de tu corazón Secar de tus ojos la soledad Calmar tu dolor
El veneno en tu sangre es como la hiedra Corrompiendo el sentido y mi fe Es cobarde, capaz de lanzar la piedra ¡Para luego la mano esconder!
En tu pecho, las llagas; granos de arena No se cierra el estigma en tu piel Si supieras que vivo para que entiendas Que aún marchita puedes florecer...