En un cuarto azul pequeño, una mujer se levanta Y asomándose a través de la ventana Sin decir una palabra recostada a la almohada Esperando tanto amor que le hace falta
Por el brillo de sus ojos, a través de su mirada Se le nota la necesidad de un beso Y la claridad del alba me provoca con su espalda Apurando la mitad de mis deseos
Con los dedos de sus manos se abre surcos en el pelo Como una criatura inofensiva Y la observo cuando duerme su belleza transparente Que la llego a comparar con una niña
El ventilador de frente, orgulloso la refresca Siento envidia como el aire la despeina Y sus labios casi rojos me van llenando de antojos Y el delirio de poder estar con ella
En un cuarto tan pequeño, donde una mujer descansa Y a la suave luz que regala la luna Dan deseos de tenerla, de cuidarla, de quererla Porque sé que como ella no hay ninguna
Con los dedos de sus manos se abre surcos en el pelo Como una criatura inofensiva Y la observo cuando duerme su belleza transparente Que la llego a comparar con una niña
El ventilador de frente, orgulloso la refresca Siento envidia como el aire la despeina Y sus labios casi rojos me van llenando de antojos Y el delirio de poder estar con ella