Era manoli, no lola o manuela A la que llamaban Las voces ahogadas desde la escalera Era manoli en su justa medida Tan alta y delgada Que a veces su sombra creía que huía Era manoli tan breve en su día Que a veces las horas Pasaban de largo ignorando su vida
Vivía colgada a un cartel de soltera A una madre gastada Y a una hija que usaba Botas de la ortopedia
Y en los lunes añora el silbido De un tren prohibido Que la haga escapar Y a los martes les pide en silencio Que el miércoles pase Con tranquilidad Cuando el jueves siente que pervierte Su forma perenne Se quiere matar Luego el jueves, marchito Deshoja A un sábado seco Que riega otra fiesta de guardar
Era manoli, no lola o manuela A la que ahora esperan Las voces ahogadas desde la escalera