Y me encontrarás borracho y tĂş me hablarás en la oscuridad. Y puede que yo te escuche y algĂşn dĂa deje de matar. Puedes venir, no somos extraños. Puedes subir, y cambiar los latidos de mi corazĂłn. Puedes venir, no somos extraños. Puedes subir,
y cambiar los latidos de mi corazĂłn.
Puedes mirar por la ventana, creo que ya está cerca de aquĂ. Puedes huir o coger la recortada y quedarte junto a mi. El negocio es peligroso nena, este es el precio del placer.
No llores más, esta noche el infierno será, para los dos.